Casinos online: la nueva droga de los adolescentes
Las apuestas online llegaron para quedarse y atraen a una población cada vez más joven, quienes, con solo un celular y acceso a redes sociales, son bombardeados constantemente con publicidades que prometen ganancias descomunales, qué riesgos supone y por qué es alarmante.
Hoy, existe una combinación riesgosa que involucra tecnología, nuevos comportamientos, una perspectiva peculiar hacia el dinero y una intensa maquinaria publicitaria.
Este combo de elementos ha contribuido al incremento de las plataformas de juego en línea en Argentina, donde el fenómeno de las apuestas ha alcanzado a la población joven.
Apostar en línea es muy fácil: con solo tener acceso a internet y un celular o computadora, se puede ingresar a un mundo que promete ganancias a millones. Las apuestas en línea están en auge, y se posicionaron aún más cuando el mundo fue azotado por la pandemia del COVID 19, ya que es una actividad que no requiere trasladarse y se puede hacer desde cualquier lugar, incluso, y aunque parezca descabellado, desde el patio de una escuela.
Hace poco, una alarma comenzó a sonar en el ámbito educativo, y es que cuando llega la hora del esperado recreo en los establecimientos educativos, los adolescentes lejos de compartir con otros y distraerse, usan ese momento para apostar.
El problema surge cuando se pierde el control de la actividad y se ven involucrados en un circulo vicioso: apostar para ganar dinero, perder, volver apostar para recuperarlo; ganar; perder nuevamente; perder dinero, pedir prestado; volver a apostar, etc.
Es ahí cuando surge la ludopatía, una adicción sin sustancia, que está muy lejos de ser un capricho o una distracción de alguien que tiene tiempo, y es un problema que deben tratar especialistas para que la persona retome la capacidad de autocontrol.
La situación en Argentina: una alarma en la comunidad adolescente y juvenil
Según el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, de la Defensoría de la Provincia de Buenos Aires, el 30% de la población está involucrado de alguna manera con el juego. Dentro de este porcentaje, el 95% participa en actividades recreativas, mientras que el 3,5% presenta problemas relacionados con el juego y el 1,5% se considera jugadores compulsivos.
Desde el 2023 el organismo impulsó una campaña estrictamente dirigida a la población juvenil, para concientizar acerca de la situación y apuntalar la prevención. Se busca prevenir el juego compulsivo y problemático, haciendo especial hincapié en los riesgos que implica la proliferación de las apuestas on line.
Para Blanca, es importante estar atentos a señales que pueden indicar que la persona está atravesando una situación de adicción: “La persona se va aislando, deja de salir con sus amigos, deja de sentir interés y deseo por lo que antes le gustaba, abandona el estudio, cambia de trabajo, pierde amigos, muchas veces porque les pidió dinero y no les pudo devolver”.
En el caso de los menores de edad, les piden dinero a sus padres anteponiendo infinitas excusas, y es clave entender que no hay que subestimar el tiempo que se ve apostando en línea a alguien.
Por último, la licenciada, resalta que es importante tener en cuenta que la ludopatía es la adicción con el índice más alto de suicidio.
En Argentina, la situación hoy es preocupante advierte Blanco, y tiene que ver con “la introducción y la legalización en el país del juego en línea, que se realizó a finales del 2020; hasta ese momento había adolescentes que jugaban y apostaban, o iban al casino (si se les permitía, ya que el ingreso a un casino está permitido para mayores de 18 años) lo que comenzó a pasar con la legalización es que surgió una excesiva publicidad”. Hoy, existe una combinación riesgosa que involucra tecnología, nuevos comportamientos, una perspectiva peculiar hacia el dinero y una intensa maquinaria publicitaria.
Este combo de elementos ha contribuido al incremento de las plataformas de juego en línea en Argentina, donde el fenómeno de las apuestas ha alcanzado a la población joven.
Apostar en línea es muy fácil: con solo tener acceso a internet y un celular o computadora, se puede ingresar a un mundo que promete ganancias a millones. Las apuestas en línea están en auge, y se posicionaron aún más cuando el mundo fue azotado por la pandemia del covid 19, ya que es una actividad que no requiere trasladarse y se puede hacer desde cualquier lugar, incluso, y aunque parezca descabellado, desde el patio de una escuela.
Hace poco, una alarma comenzó a sonar en el ámbito educativo, y es que cuando llega la hora del esperado recreo en los establecimientos educativos, los adolescentes lejos de compartir con otros y distraerse, usan ese momento para apostar.
El problema surge cuando se pierde el control de la actividad y se ven involucrados en un círculo vicioso: apostar para ganar dinero, perder, volver apostar para recuperarlo; ganar; perder nuevamente; perder dinero, pedir prestado; volver a apostar, etc.
Es ahí cuando surge la ludopatía, una adicción sin sustancia, que está muy lejos de ser un capricho o una distracción de alguien que tiene tiempo, y es un problema que deben tratar especialistas para que la persona retome la capacidad de autocontrol.
Según un informe de la consultora Statista se prevé que el mercado mundial de los juegos de azar en línea alcance unos ingresos de 107.300 millones de dólares en 2024 y, que el número de usuarios en el mercado de los juegos de azar en línea alcance los 243,2 millones de usuarios para 2028.
La licenciada en psicología Débora Blanca, tiene 20 años de especialista en ludopatía. “La ludopatía es la adicción a los juegos de azar, a los juegos de apuestas y, es una adicción comportamental, esto significa que no está basada en una sustancia”, explica.
Asimismo, la experta remarca que: Muchas veces va combinado con las adicciones a sustancias, porque en general la ludópata fuma, toma alcohol o consume cocaína para soportar las horas de apuesta.
“La adicción al juego, las compras compulsivas, la adicción al celular, a las redes sociales, a la playstation, son adicciones que son más de ésta época, y mucho tiene que ver, con el empuje al consumo, con la vertiginosidad, a la inmediatez actual y con las tecnologías de información y comunicación sobre todo”, agrega.
En el último tiempo las consultas han aumentado considerablemente en consultorio, pero es importante resaltar que en sí mismo el juego no es el problema, y en este sentido la licenciada explica: “el jugador social, va al bingo cada tanto como podría ir al cine y hace un cálculo del dinero, así como también del tiempo que le va a destinar; el ludópata no.” Y, agrega, que la persona lo hace por una necesidad de llenar un agujero interno, y en las apuestas la adrenalina y, la sensación de vértigo la auto hipnosis, de quedarse durante horas frente a la pantalla, le permite evadirse de la realidad.
Fuente; La Tecla