El rubro más perjudicado por la pandemia es el de esparcimiento, y en todo el universo que representa el de los bares es quizás el más perjudicado. Empleos que se rompen, alquileres que no se pueden pagar son solo algunas de las cuestiones que enfrentan los dueños de estos establecimientos en todo el país. En nuestra ciudad un bar característico como es El Viejo Tropezón no escapa a las generales de la ley. Sin embargo, como muchos ha buscado reconvertirse buscando ideas novedosas para estar activos y en contacto clientela. Conversamos con Yanina Rivero, dueña del lugar, para que nos contara como enfrenta su establecimiento esta etapa de pandemia y cuarentena.
El impacto fue muy fuerte en este rubro y el bar de Rivero también sufrió las consecuencias así no lo cuenta Yanina “Fue algo muy raro y duro al principio, más en nuestro caso que volvíamos de vacaciones y ya no pudimos abrir. Recién hace quince días y dentro de nuestras posibilidades empezamos a pensar que podíamos hacer para reinventarnos y comenzamos con el delivery, en principio las comidas tradicionales del bar a lo que le agregamos algún menú especial, algunos días»
Pero la comida no lo es todo, también se busca no romper el espíritu de lo que el bar significa “Tratamos de hacer otras cosas para sentirnos más cerca, como por ejemplo armar tragos y llevarlos a domicilio, todo el tiempo estar pensando que hacer en esta situación difícil para todos. Yo escucho muchos colegas que están por dejar sus llaves que por suerte no es mi caso pues no pago alquiler”.
Sobre la reacción de la gente Yanina se mostró sorprendida “Nos llamó la atención la reacción de la gente, con sorpresa vimos que gente que no es habitué del bar nos hacía pedidos, por suerte la gente está conforme y como dije le ponemos onda, pero se hace difícil»