Días difíciles enfrenta el gobierno municipal de Miguel Gesualdi, la inédita crisis económica que enfrenta la administración municipal, está desarrollando una tensión cada vez más fuerte entre el municipio y los gremios. El recorte en las horas extras (una herramienta fundamental en la composición del salario del empleado municipal) es una preocupación de los de los trabajadores que se suma a los seis meses sin aumentos que dejo el salario muy castigado.
A esto se suma que, según los sindicalistas, este año no recibieron ropa laboral y que en los últimos días se han retirado de algunos lugares de trabajo el agua de los dispensers, motivo que dio lugar a un fuerte reclamo de algunos sectores de los estamentos municipales. Una fuente le conto a este medio sobre la preocupación puntualmente sobre este tema “Los compañeros están enojados porque sacaron los dispenses en lugares que son claves como el corralón y la planta recicladora en donde la calidad del agua corriente no es muy confiable” . Al parecer la deuda que tiene el municipio con el proveedor de bidones de agua potable seria de unos seis millones de pesos. Los gremios están preocupados, pero también hay una clara división entre ellos mismos “Parece que hay compañeros que no se calientan mucho por lo que le pasa al trabajador municipal” le confió un sindicalista a este medio.
Mientras tanto el municipio espera casi con desesperación la ayuda que el gobierno provincial le pueda acercar, pero para ello la legislatura deberá autorizar al gobernador a tomar nueva deuda, algo que por ahora está en veremos.
