– La sombra de la recesión se extiende sobre San Andrés de Giles, donde la baja en las ventas, el aumento de tarifas y el alza en los precios de los alquileres comerciales generan un clima de profunda preocupación entre los comerciantes y vecinos.
«Las ventas han caído drásticamente», afirma dueño de una ferretería. «La gente solo compra lo esencial, y en cantidades mucho menores que antes».
Su testimonio refleja la realidad de muchos comercios locales, quienes ven cómo sus ingresos se reducen mientras los gastos se incrementan. «Los costos han subido mucho, pero las ventas no», lamenta la dueña de una tienda.
A la difícil situación económica de los comercios se suma el aumento de tarifas, como la electricidad y el gas, que impacta directamente en sus costos operativos. Además, las renovaciones de los contratos de alquiler comercial vienen con aumentos significativos, lo que pone en riesgo la continuidad de muchos negocios.
La recesión también ha impactado en el consumo de los vecinos, quienes se ven obligados a reducir sus gastos y ajustar sus compras a la necesidad básica. «Solo compramos lo que realmente necesitamos», comenta una vecina de un barrio de la ciudad. «Ya no podemos darnos el lujo de comprar cosas que no son esenciales».
La situación se agrava aún más con el notable aumento del pedido de ayuda social y la concurrencia a comedores escolares. Esto refleja el impacto de la crisis económica en las familias de bajos recursos, quienes son las más vulnerables en este contexto.