La idea de vivir una vida en libertad, es algo que le pasa a muchas personas que fantasean con pasar su vida viajando, recorriendo lugares y personas. Esta es un poco la historia de Aníbal Pansera, un bici/viajero que visita nuestra ciudad por estas horas.
“Mi padre era músico – Roberto Pansera destacado bandoneonista que supo tocar con Osvaldo Fresedo entre otros) y yo siempre de niño lo acompañaba en las giras, quizás ahí comenzó mis gusto por los viajes. Aníbal nos contó cómo comenzó esta vida hace ya siete años “ Yo tenía un buen trabajo pero un día me canse de la vida que llevaba, me fui de vacaciones en tren a Tucumán y ahí me hice amigo de un muchacho que quería ir a Purmamarca, lo llame a mi jefe y le pedi una licencia y nos fuimos a Jujuy. Cuando estábamos ahí conocí un grupo de chicas que se iban a Colombia, me gustó la idea y me fui con ellas, cuando estaba ya en Colombia lo llame a mi jefe y le dije que extendiera mi licencia para siempre”.
En Colombia descubrió la bicicleta y otra forma de viajar, sin tiempos ni apuros Aníbal circula por las rutas de América sin ningún rumbo fijo más que el que el destino lo lleve. “ La gente es muy amable y solidaria, en cualquier lugar que vallas te encontras con personas que te quieren ayudar, cuando no te invitan a comer te alcanzan un poco de ropa”. No es la primera vez que el bici viajero visita nuestra ciudad “ Esta es la tercera vez que vengo, la primera me quede donde los bomberos, recuerdo que tuvimos cuatro días de lluvia y con los bomberos la pase muy bien, la otra vez me quede con mi carpa en el Parque”.
Aníbal no viaja solo, en la parte delantera de su bicicleta viaja jaca, un perrita que Aníbal encontró en Colombia y lo acompaña a todos lados “ Venia con la bici por una ruta en Colombia, cuando vi que desde un auto la bajaban y la dejaban abandonada al costado del camino, entonces la recogí y desde ese día está conmigo y es la que decide para dónde ir, cuando llegamos a un cruce de caminos para el lado que ella mira, para ese lado voy.» Aníbal se mantiene con la colaboración de la gente o vendiendo artesanías, de hecho cuando nos despedíamos una vecina se acercó y le dejo en su bicicleta un poco de dinero “ Te admiro siempre soñé con viajar en bicicleta” le dijo al despedirse