Sociedad / Mujeres de Cucullu que luchan contra el trabajo infantil
El trabajo social es sin dudas el mas digno y enaltecedor del ser humano. Cuando una persona decide trabajar por los demás la hace mas humana y la enaltece.
En la localidad de Cucullu funciona un merendero, pero no es solamente eso su funcionalidad no está centrada solamente en que más de ciento veinte pibes tengan una merienda y un espacio de juegos. Esa en que se desarrollen conociendo otras realidades distitintas a las que viven todos los días. Al frente de esa tarea una mujer boliviana ayudada por otras tantas mujeres que dedican su tiempo a brindar amor, cobijo, educación y merienda a un grupo de niños de la localidad. Con Gol Cable y para su noticiero fuimos hasta Cucullu y hablamos con es mujer que lleva adelante este experimento hermoso de ayuda social. Noemi López Guerrero.
«Hace tres años que estamos acá en Cucullu, nosotros pertenecemos al sindicato de ladrilleros. Primero estuvimos en el horno de la economía popular y luego hicimos un convenio con Guillermo Ramírez que es un patrón y este año hicimos un convenio con el Club Cucullu porque la idea era salir del horno».
Pero porque era importante salir del horno, Noemi nos lo explica “Esto no es un merendero, es un espacio de cuidado en la línea de la erradicación de trabajo infantil de provincia. Por eso nuestro interés era salir del horno, porque para esos niños es su patio de juegos. Nosotros tenemos cuatro grupos diferentes a los que atendemos en sus necesidades sociales y les damos apoyo escolar. Trabajamos en la inclusión para que los niños aprendan de otra realidad”.
En el espacio trabajan quince mujeres, que tres veces por semana dedican su tiempo a atender estos niños.
“El trabajo de los hornos, son de dos tipos están los familiares y los de patrón. Con el sindicato solo podemos ingresar a estos últimos. En verano cuando termina el día se realizó el apile y las mujeres trabajamos en eso y si el niño esta en el horno también lo hace. Esto es lo que tratamos de evitar«.
Noemi explica el esfuerzo que depositan en cambiar el paradigma a pesar de que en su país de origen estas prácticas están bien vistas “yo soy boliviana (nos dice Noemi) y en mi país que los niños trabajen es normal, pero a pesar de ser boliviana entiendo que vivo en un país con otras costumbres y es necesario adaptarse a ellas”
Que tipo de realidad quiere cambiar Noemi “Vine en el 2011 a la Argentina por salud de mi hija, pero vi que no estaba bien pago el trabajo y había mucha vulnerabilidad. Si no tienes una profesión el único trabajo que puede hacer un boliviano es el del horno, es ahí donde te dan trabajo y casa”
Poco a poco Noemi fue convocando a mujeres de la localidad, de a poco y visitando horno por horno. “Yo era parte de las mujeres del sindicato y ahí empezamos a invitar, había muchas inspecciones y muchas veces nos teníamos que ir. Luego nos convocaron para trabajar en esta área. Al principio comenzamos con la ICM y luego apareció la COPRETI y nos ofreció un presupuesto. Claro que no alcanza, pero nos arreglamos para poder cumplir«